Historia de la Región
Los inicios de Antofagasta
CalicheLa Historia de Antofagasta se inicia con el poblamiento. El primer habitante es Juan López, conocido bajo el seudónimo de "El Chango López", quien en 1866 trajo a estas tierras a sus parientes construyendo la primera vivienda para cobijarlos. Exploró los cerros de la cordillera de la Costa donde encontró un pequeño yacimiento de cobre. Lo explotó con su familia y un pequeño grupo de trabajadores.
En ese mismo año, José Santos Ossa Vega -su hijo- encontró caliche en el Salar del Carmen, decidió trabajarlo, formando la primera empresa "La Sociedad Exploradora del Desierto de Atacama", empresa que evolucionó hasta finalmente terminar como Cía. de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta, integrada por capitales ingleses - Casa Gibbs - y chilenos aportados por el financista Agustín Edward.
Estos empresarios ingresaron trabajadores traídos de la Oficina La Noria de Tarapacá.
Posteriormente se desarrollan sucesos significativos para la historia: El Gobierno de Bolivia funda este poblado conocido indistintamente como La Chimba o Peña Blanca en octubre de 1868 y lo bautizó con el nombre de Antofagasta.
El otro hecho importante fue el descubrimiento del mineral de Caracoles por una expedición dirigida por José Méndez, alias "El Cangalla" y financiado por José Díaz Gana y el francés Barón Arnoux de la Riviera, en 1870.
Caracoles afianzó el poblamiento de Antofagasta al producir "la fiebre" de la plata. Miles de chilenos que habitaban de Copiapó al sur, se trasladaron al norte; los barcos llegaban repletos de inmigrantes. No faltaron extranjeros. En poco tiempo la ciudad tuvo cerca de 6.000 habitantes.
El tercer acontecimiento fue la creación, en 1872 de la Municipalidad. Se instaló y funcionó, de acuerdo a las leyes bolivianas. Los munícipes fueron 6 chilenos, 2 alemanes y 1 inglés. Inició el exterminio del bandidaje y el ordenamiento de la sociedad.
Siete años después, por conflicto limítrofe, estalló la Guerra del Pacífico. El desembarco de las tropas que comandaba el Coronel Emilio Sotomayor el 14 de febrero de 1879, encendió el conflicto. Rápidamente las fuerzas nacionales conquistaron Caracoles, Calama, Mejillones y Tocopilla.
Antofagasta fue el centro de concentración de las tropas. Más de cinco mil soldados se establecieron en los patios del Ferrocarril. Al término de la guerra los territorios de Tarapacá y Antofagasta se incorporaron a la soberanía nacional.
En 1888 el Gobierno del Presidente Manuel Balmaceda organizó administrativamente el territorio. Formó la Provincia de Antofagasta fijando la capital en la ciudad del mismo nombre y los departamentos de Taltal y Tocopilla.
El desarrollo económico de la ciudad en el siglo fue más dinámico que el resto de las ciudades de la provincia. El ferrocarril de las empresas salitreras, estimado solo para conectarse en la oficina del Salar del Carmen fue avanzando hacia el noreste alcanzando a Carmen Alto, Salinas y Calama. Al terminar ese siglo había llegado hasta Uyuni conectándose con las ciudades de Oruro y Potosí. El ferrocarril fue un importante factor en el desarrollo de la ciudad y la provincia. La construcción de la fundición instalada en Playa Blanca y que hoy constituyen las Ruinas de Huanchaca, fue viable por el traslado del mineral de plata desde las minas de Pulacayo hasta Antofagasta (1892).
Entre tanto en Taltal estaban trabajando no menos de siete oficinas y en Tocopilla en el Cantón del Toco, empezó la elaboración salitrera.
La dinámica económica impuesta por la industria salitrera, trajo consigo la construcción de muelles para su embarque.
La provincia dió a fines del siglo XIX los pasos necesarios para convertirse, en 1914, en la mayor exportadora de salitre. La firma Granja y Dominguez, comenzó, a fines de siglo, la construcción del Ferrocarril de Coloso a Aguas Blancas convirtiendo la Caleta en un importante puerto exportador de salitre.
El plano de Antofagasta más antiguo -1869- muestra un pueblo con solo seis manzanas y la plaza Colón como centro. Sin embargo ese mismo año el gobierno boliviano decidió rematar los terrenos inmediatamente aledaños a los terrenos de la Compañía de Salitre. La decisión favoreció el crecimiento de la ciudad porque permitió la instalación del comercio, pequeñas industrias y servicios básicos.
El plano de 1873 -cuatro años después- nos muestra el crecimiento acelerado de la ciudad, las manzanas suman cerca de 50. En el año 1892 se levantó un nuevo plano. En él se configuran más de ochenta manzanas. En esta fecha ya esta funcionando el acueducto que trae agua del interior. Lentamente comenzaron a parar las 10 desalinadoras de agua de mar que se instalaron en los primeros años del poblamiento. Al mismo tiempo esta pronta a la instalación de una planta productora de energía eléctrica que terminará el alumbrado a gas.
Los bancos comerciales creados en los primeros años, provocaron un auge financiero.
La población aumentó explosivamente. El INE registró, en el primer censo aplicado en Antofagasta (1885), un total de 7.588 habitantes para la ciudad. El de 1902 sumó 3.249. En dos décadas la población aumentó un 42,8%
Antofagasta en el Siglo XX
Las dos primeras décadas del siglo XIX, comenzaron con un desarrollo económico espectacular. En la provincia trabajaban más de 60 oficinas en los cantones del El Toco, el Cantón Central, Aguas Blancas, y Taltal. Sin embargo la producción tiene algunas alteraciones provocadas por crisis circunstanciales, como fueron las de 1910, 1914, 1921 y finalmente la de 1930, que terminó con el llamado ciclo salitrero, derivado de la conquista de los mercados por uso de nutrientes sintéticos para la agricultura.
El aumento de la producción en las dos primeras décadas del siglo XX, significó también el aumento del número de trabajadores. Los empresarios salitreros explotaron a los obreros, pagándoles sueldos mezquinos que no correspondían a la dureza y del esfuerzo desplegado en las faenas. Además, el uso de las fichas, la prohibición del comercio libre, el trabajo de los menores, el deplorable estado de la asistencia a la salud, etc., trajo consigo la "toma de conciencia" de los obreros que iniciaron las primeras organizaciones de las instituciones defensoras de los trabajadores. Los mancomunales y la Federación Obrera de Chile (FOCH).
En la provincia se presentaron los primeros enfrentamientos que originaron graves tragedias. La huelga de 1906, los sangrientos sucesos en la Oficina San Gregorio. Otro tanto ocurrido en Tarapacá con la masacre de la Escuela Santa María en 1907.
El problema social modificó el escenario político del país: nacen los primeros partidos marxistas: Partido Obrero Socialista y el Comunista.
Sin embargo, en las dos décadas la ciudad experimenta un creciente desarrollo. En el Primer Centenario de 1910 las colonias extranjeras entregan diversas y hermosos obsequios a la ciudad. La energía eléctrica está instalada. El abastecimiento de agua se realiza con acueducto que viene del interior haciendo desaparecer las máquinas desaladoras de agua de mar. El alcantarillado que se inició en calle San Martín se extiende a otros sectores. La pavimentación hace más amable el tránsito por las calles (Alcalde Maximiliano Cortés). Se levantan los rieles del tranvía a sangre (tirada por mulas) y la locomoción presenta los primeros vehículos.
Se da comienzo a nuevas construcciones derivadas de la promulgación de leyes. Así en 1906 de la Ley de Consejos Habitacionales para obreros, significó para Antofagasta la demolición de la mayoría de los conventillos. En 1925 se dictó la ley de "Fomento para las Habitaciones Baratas", permitiendo la construcción de casas para los grupos más modestos
Se crearon las primeras poblaciones: Oriente, Miramar, La Norte y La Favorecedora
En educación, después de creación del Liceo de Hombres en 1889, se forman el Liceo Técnico de Niñas, el Liceo de Niñas, el Liceo Comercial, el Colegio San Luis, la Escuela de Niñas y el Colegio British School.
Antes que se termine definitivamente la economía del salitre, en Chuquicamata comienza a trabajar la mina por la empresa norteamericana la Chile Exploration Company, que va a transformar el cerro en el mineral más grande del mundo. Fue en 1915 cuando la familia Guguenheim inauguró la planta.
Chuquicamata 1925
La crisis de 1930 desmanteló casi todo las oficinas salitreras del interior y de los Cantones del Toco, Pampa Central, El Boquete, Aguas Blancas y Taltal. Los cesantes y sus familias fueron trasladados al sur en embarcaciones financiadas por el Estado.
A la crisis provocada por la caída de la demanda del salitre natural hay que aumentarle la crisis general que azotaba a Europa y EE.UU.
En las dos primeras décadas la población siguió en constante aumento. Ya se advirtió que el censo de 1907 contabilizó 32.496; y el de 1920 51.531 y en 1930 53.791 habitantes. La crisis provocó un descenso poblacional ya que en el censo de 1940 la población alcanzo a 49.048 habitantes.
Desde ese momento comienza un periodo de estancamiento de la ciudad y la región: hay escasez de agua, alimentos y energía eléctrica. Se racionó el agua a cuatro horas diarias. Aparecen los techos de las casas con estanques de agua para aprovisionarse. No hay harina, leche, té y los productos esenciales para el alimento diario. Hubo días en que no hubo pan. Los barcos preferían fletar vinos y licores que pagaban un precio mayor que los artículos alimenticios. La Compañía de Electricidad no repuso los motores. Hubo racionamiento de energía: a las doce de la noche se apagaba todo el alumbrado público. La ciudad quedaba a oscuras.
En circunstancias nacen los Cabildos Abiertos y el Centro para el Progreso. Don José Papic Radnic fue el protagonista de un movimiento para exigir la solución a estos problemas. Esta situación que, se inició con la crisis del 30, duró cerca de dos décadas.
La lucha emprendida por los ciudadanos unidos firmemente al Centro para el Progreso y la existencia de un grupo parlamentario preocupado por sus problemas, originó dos leyes en beneficio no sólo del Norte, como fue la Ley del Cobre que permitió que un diez por ciento de las ganancias del cobre, quedase a disposición de la provincia productora de cobre. Además se aprobó la Ley de Frontera Libre Alimenticia que, en una época en que los impuestos aduaneros eran muy altos, los productos alimenticios que ingresaran a Tarapacá y Antofagasta, fueran liberados de estos impuestos.
El gobierno de Carlos Ibañez del Campo (1952 - 1958) fue generoso con la región y solucionó los problemas que se habían arrastrado por espacio de dos décadas.
Resueltos las dificultades que impedía el desarrollo, surgió nuevamente un periodo de crecimiento. En primer lugar el cobre comenzó a dar sus frutos y a reemplazar la bonanza de la salitrera. La chilenización del recurso minero realizado bajo el gobierno de Frei y posteriormente la nacionalización logrado por el
Presidente Allende, sumados a los mejores precios en el mercado internacional, dieron sus primeros frutos.
Después de creada la Universidad Técnica de Antofagasta en 1952, reemplazando a la Escuela de Minas, se desarrolló una silenciosa campaña por crear una Universidad Humanista. El movimiento se hizo más concreto. En efecto, el sector católico y los miembros de la Compañía de Jesús, después de una larga etapa de organización, inauguraron en mayo de 1956 las clases de la Universidad Católica del Norte. Desde otro ángulo, los profesores laicos de la ciudad dieron la batalla por crear en la ciudad una sede de la Universidad de Chile. En 1957 se formó el Centro Universitario Zona Norte. En 1981 se unió la Universidad Técnica del Estado con el Centro de la Universidad de Chile, transformándose en la Universidad de Antofagasta.
En el desarrollo de las artes y las letras se han destacado en poesía: Nicolás Ferraro, Antonio Rendic, Andrés Sabella, Raquel Gutierrez, Neftalí Agreda. En literatura es necesario nombrar, entre otros a: Mario Bahamonde y en la actualidad el escritor Hernán Rivera Letelier.
En la plástica se hace necesario nombrar a: Luis Soto Moraga, Nicolás González, Chela Lira, Cayetano Gutiérrez, los hermanos Eduardo y Osvaldo López y Waldo Valenzuela.
Posteriormente se instalaron en Antofagasta varias universidades particulares de las cuales sólo algunas continúan.
El segundo impacto económico provocado en la ciudad ha sido motivado por el desarrollo de la minería del cobre, con la instalación de las empresas La Escondida y la Minera Zaldívar, y otras que se han ido instalados en estos últimos años. En la región se produce el 75 % de la producción total del país.
Dos tragedias conmovieron a la opinión pública nacional. El 18 de junio de 1991 una inocente llovizna se transforma en un inmenso aluvión que arrasó importantes sectores de la ciudad. El saldo fue trágico: ochenta y siete muertos y cincuenta y ocho desaparecidos, además de grandes pérdidas materiales. Hubo un total de 20 mil personas damnificadas.
Cuatro años después un terremoto sacudió la ciudad. En la madrugada de 1995, un temblor de grado 7,8 en la escala de Ritcher movió la tierra de toda la región. El resultado fueron tres muertos y un centenar de heridos y cuantiosas pérdidas materias.
Reseña histórica preparada por Don Floreal Recabarren Rojas, destacado historiador y maestro Antofagastino.